«Estamos llamados a instaurar entre nosotros, en nuestras familias y en nuestras comunidades un clima de limpieza y de confianza recíproca, de modo que podemos ser considerados sinceros sin apelar a intervenciones superiores para ser creídos»Con la misma fuerza: es afirmar, no con prepotencia e imposiciones —el cristiano no es prepotente, su